Todo esfuerzo tiene su recompensa

Han sido muchas las jornadas de pesca en busca de los grandes peces, muchos días con el sol ardiendo en las espaldas, otros muchos con viento que casi llegaba a impedir el vuelo de las moscas y casi todos ellos, sin haber conseguido ni siquiera encontrar un pez de gran tamaño. No olvidar tampoco los días que no se consigue tocar escamas, esos días de bolos que todos pasamos y que, cuando se hacen habituales, nos hacen preguntarnos el porqué de seguir pescando.

Ayer, después de mucho tiempo en busca de un gran pez he capturado ese pez con el que todos hemos soñado alguna vez, una captura conseguida a base paciencia, empeño y muchos días de aprendizaje que al final han tenido su recompensa.

No soy muy aficionado a la pesca en ciudades, aunque en mis inicios a mosca comencé buscando los ciprinidos con imitaciones de pan unidas a los importantes consejos de Raúl www.el-barbo.es . Aquí capturé mis primeras carpas de pequeño tamaño, no más de un kilogramo. Pero últimamente y gracias a la última persona que se ha unido a esta familia que formamos los pescadores a mosca he vuelto a pisar el Manzanares a su paso por Madrid, la intención estaba clara, buscar carpas que aunque de pequeño tamaño fueran más o menos fáciles de engañar con las imitaciones de Miga de Pan.

La tarde se presentaba calurosa pero sin aire, y justo después del trabajo nos acercamos a las orillas de este río que alberga gran cantidad de peces. Las primeras capturas no se hicieron esperar y comenzaron a salir pequeños carpines.

Fueron muchos los peces capturados de este tipo e incluso mis acompañantes, aunque principiantes, consiguieron capturar alguno que otro.

Aquí tenemos a Moi con su primera captura en el Manzanares.

Y aquí a Lourdes, ella con su primera captura a mosca

Yo por mi parte capturé más de media docena de estos peces en superficie, pero a última hora de la tarde, viendo que las grandes carpas no se decidían a tomar la mosca encima de la lámina de agua cambié esta y utilicé una miga de pan hundida, detectando las picadas a través del más mínimo movimiento de la línea.
Después de un par de carpas de medio tamaño que se desprendieron del anzuelo tuve la primera sorpresa del día, una carpa de 57 cm que engulló la miga de pan.

Pensamos que la jornada estaba terminada, que ya había sido suficiente para un par de horas en este río que cruza la "Gran Ciudad" pero en uno de los últimos lances, noto como la línea se tensa, un pequeño tirón hace salir corriendo a la presa y el carrete comienza a soltar línea, no solo línea, al momento el backing comienza a correr entre las anillas y la caña se dobla con facilidad, el pez parece grande, ¿Pero cuánto?

Después de unos minutos de lucha interminables se comienza a vislumbrar bajo la superficie del agua pequeños destellos de una enorme cola, la carpa es cabezona e intenta clavarse en el fondo y la caña lucha por levantarla para que esta sucumba lo antes posible.

Unos minutos más y la carpa está en nuestras manos:

Esta vez fueron 68 cm, imagino que un peso aproximado de entre 4 y 5 kg (¿Alguien sabe decir si me equivoco?) y un record personal, el mayor pez que he capturado a mosca y que tanto se había hecho esperar.

Después de toda esta charla sólo queda por agradecer a Moi y Lourdes las fotos y sobretodo su compañía, sabéis que el Manzanares está ahí para cuando queráis y yo estaré encantado de acompañaros. La próxima recompensa puede ser vuestra

Hasta pronto.