En estas fechas en las que la temporada truchera en Extremadura ha finalizado (hace ya tanto tiempo...) hay que quitarse el mono de pesca donde se puede. Los barbos están en su punto pero las truchas han sabido engatusarme y siempre que puedo intento capturar estos salmónidos poniendome a prueba mis imitaciones incluso a mi mismo.
Este primer fin de semana de Septiembre me puse en contacto con un buen compañero de pesca Raúl "El barbo" y nos decidimos en ir a pescar un coto intensivo recomendado por algunos pescadores de la Comundidad de Madrid.
Esta vez el coto elegido fue el de "El Molino de la Horcajada" y en concreto el Tramo I. Situado en el río Lozoya a unos 75 km de Madrid entre las localidades de El Cuadrón y Lozoya.
El tramo elegido tiene una longitud de 3,5 km con truchas de repoblación farios. El precio de permiso para pescar este tramo de 15 € por jornada siendo la única modalidad de pesca permitida con mosca sin muerte.
El coto tiene un flujo de agua controlado por el embalse de "La Pinilla" por lo que el río tiene un caudal más o menos continuo (al menos en estas fechas).
La primera impresión al llegar al río no fue buena, el caudal en su punto óptimo pero el agua bajaba totalmente tomada, gran cantidad de algas y cieno descendía por el río.
Mientras mi compañero terminaba de montar su equipo yo até al final de mi terminal una imitación de tricóptero e hice un par de lances, cual fue mi sorpresa cuando una trucha de unos 30 cm subió y engulló mi imitación sin pensárselo, un par de carreras y toqué escama sólo 2 minutos después de comenzar a pescar.
Trucha 30 cm |
Imaginad mi alegría cuando obtube esta pieza, yo que estaba acostumbrado a capturar "truchitas" de menos de 20 cm.
El inicio no podía se más esperanzador. Mi compañero terminó de montar su equipo y comenzamos a pescar las primeras pozas y corrientes, 5 minutos después tenía otra trucha enganchada al final de la línea, esta, más pequeña que la anterior pero que del mismo modo no dudó en cebarse confundiendo mi imitación con un insecto real.
Trucha 28 cm |
En la siguiente poza volvía lanzar el pequeño tricóptero (montado en un 17) y una enorme trucha que mostró toda la cabeza y lomo por encima de la superficie lo engulló, un pequeño cachete y se partió el tippet, este debía estar tocado y me hizo perder la captura del día, no desilusioné y continuamos pescando el día parecía que iba a ser redondo.
A medio día decidimos intentar bajar al inicio del coto (habíamos comenzado a pescar únicamente el último kilómetro, desde el puente de "Congosto") pero llegar hasta ese punto era casi imposible, los accesos muy limitados y el río encajonado entre dos paredes de más de 10 metros que impedían pescar desde las orillas, sólo se podía pescar desde el interior del río vadeándolo pero las algas y una especie de mucosa que cubría todas las piedras hacían de esta labor una invitación a bañarse. Después de este periplo y de un buen rato andando decidimos volver sobre nuestros pasos y comenzar a pescar el mismo tramo que habíamos andado por la mañana.
Al final del día había conseguido capturar truchas en corrientes, en pozas, he incluso dos de ellas salieron a trucha vista en las orillas con una imitación de pardón que, aunque no siendo su mejor época, tomaban sin recelos.
A las 19,30 aproximadamente comenzamos a ver como las truchas comenzaban a subir y cebarse en superficie, este fue el colofón a nuestro día, una cebada, una imitación un metro más arriba y cuando esta se cruzaba en el camino de la trucha estás las tomaban con toda tranquilidad (o las rechazaban en el último momento lo que requería un cambio de mosca y pescar a modo prueba y error, si no querían una mosca a por otra hasta encontrar la que les gustaba en ese momento).
El día terminó pescando al sereno con un total de 12 capturas de truchas farios entre 25 y 35 cm, con unos cuantos rechaces, alguna captura que se soltaba antes de llegar a las manos y una amarga contradicción al ver esas preciosas truchas en un río de agua tan sucia y con un olor un poco nauseabundo.
Trucha 35 cm |
Conclusiones:
- El coto, aunque no conseguimos todas las capturas que hubiéramos deseado, tiene truchas, muestra de ello son las cebadas que se podían observar en algunas pozas.
- El tamaño de las truchas es más que aceptable, todas por encima de 25 cm y seguro que algunas superan con creces esta medida (este tramo no se puede pescar con muerte).
- El Tramo I tiene 3 km de coto aunque únicamente el último kilómetro es facilmente accesible siendo los otros dos kilómetros una aventura poder pescarlos.
- La calidad del agua es más que dudosa, demasiado cieno y algas en suspensión y un olor no muy deseable sobretodo en la parte más alta del coto.
- El precio está muy ajustado, 15 € no es excesivo para un coto con truchas, eso sí, si pagas por 3 km de coto este debería ser accesible, para ir al comienzo del coto es posible que haya que andar más de 30 minutos atravesando fincas privadas.
- El caudal está controlado por la presa de "La Pinilla" lo que puede producir subidas y bajadas de caudal a lo largo del día. En esta época en la que el embalse no está lleno y que el agua no sale por el rebosadero el caudal es controlado por la salida de agua de la parte baja de la presa, posiblemente este sea el motivo por el que el agua está tan tomada.
1 comentarios:
Hóla:
De la Comúnidad de Madrid,en cuanto a cótos intensivos para pescar trúcha,no merece la pena ninguno de los existentes.Púes no tienen los mínimos requeridos de calidad de água,trámos de río situados mucho más arriba,del cóto/cloáca dónde estuvísteis y en Madrid,la génte no se dá cuenta,ní percibe lo que está bebiendo del grífo.Yo este año "pesqué...." (por sortéo),lo que fué"la jóya de la coróna":Alaméda del Válle (actualmente una cloáca).
Sálu2.
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