Salto Caída Libre desde 3500 metros

Hace bastante tiempo y haciendo realidad uno de mis más deseados sueños (Recuerdo que con 15 años ya tenía ganas de hacer esto y ahora tengo 27) un grupo de amigos nos decidimos a realizar un salto de caída libre.

Era el día 29 de Julio del año 2007, nos desplazamos a la provinicia de Albacete donde se encuentra la empresa aerobalas. El precio estaba bastante bien y tenían capacidad para lanzar en una mañana a 8 personas que componíamos el grupo con su correspondiente video del salto.

No existen palabras para describir una sensación que te mantiene durante 50 segundos cayendo a plomo y que de repente pasa a una tranquilidad total cuando a 1000 metros de altura se abre el ala del paracaidas y comienzas a flotar en el aire.

Los barbos se hacen esperar

La época de calor va terminando (en algunos lugares ya no se recuerda lo que era) y el verano deja lugar al otoño trayendo consigo el frío, llevándose con el las horas de luz y descargando sus lluvias en nuestros campos, ríos y embalses.


Esta época es propicia para que las ciprinidos, que aunque no aletargados, se han estado moviendo menos por el calor extremo comiencen a merodear las orillas de los embalses buscando la mayor cantidad de comida que ahora se les presenta.


Si hubiera que elegir un único cebo para esta época el  noventa y cinco por ciento de los pescadores de ciprinidos se decantarían por un bicho de foam (una hormiguita o escarabajo incluso de gran tamaño) atrayendo a los ciprinidos con un golpecito del cebo en la superficie del agua. Las lluvias deberían haber traido ya grandes enjambres de hormigas de alas que poblaran las aguas de nuestros ríos. Nada más lejos de la realidad, hace más de dos semanas que cayeron las primeras lluvias y ni rastro de las aluas.


El pasado fin de semana,  en un par de horas que tuve libre me decidí a visitar el embalse de Valdecañas, gran masa de agua que alberga barbos entre kilo y medio y dos kilos aproximadamente y que de vez en cuando puede dar la sorpresa con ejemplares mucho mayores.


Los barbos poblaban las orillas de un embalse a menos de la mitad de su capicidad, merodeaban las orillas a menos de 10 cm de la superficie del agua, parecía el día perfecto, até una imitación de hormiga de ala y en el primer lanzamiento tuve la primera picada que no conseguí clavar, todo parecía ir bien, media hora mas tarde y después de haber mostrado la hormiga a mas de una docena de barbos ninguno de ellos la había tomado y algunos incluso se atrevieron a rechazarla. En ese momento comencé a probar diferentes imitaciones (quironomidos, streammers...) después de muchas pruebas y terminando por atar un tricóptero en un 16 (que suelo utilizar para pescar truchas) al final del tippet los barbos comenzaron a interesarse por él, eso sí cuando bajé el tippet a un 0,14 y al pequeño trico. El resultado fueron 5 roturas del tippet debido al roce de estos submarinos con las piedras y dos capturas que pude llevar a las manos.



Barbo de 50 cm y 1500 g pescado con tricóptero en un 16


En definitiva, me encontré un embalse poblado de barbos pero sin apetito, en momentos llegué a desesperar por no encontrar la imitación correcta, pero al final conseguí al menos tocar alguno de estos torpedos que tan buenos momentos nos hacen pasar.


Esperaremos a que finalicen las lluvias que se acercan para volver a visitarlos, ampliaré el menú hasta encontrar su plato preferido.


Un saludo a todos.